domingo, 11 de agosto de 2013

SUGERENCIA  Y FOMENTOS  DURANTE  EL EMBARAZO  EN EL PARTO  Y PUERPERIO INMEDIATO  Y FOMENTO  APOYO DEL ALTA HOSPITALARIA
DURANTE EL EMBARAZO
La clave para proteger la salud de su bebé está en hacerse exámenes médicos prenatales regularmente. Si cree que puede estar embarazada, concierte una cita con el profesional de la salud que desea supervise su embarazo. Debería hacerse la primera revisión en cuanto crea que puede haberse quedado embarazada.
En el primer examen prenatal, el profesional de la salud que usted haya elegido probablemente le hará una prueba del embarazo y estimará de cuántas semanas está basándose en la exploración física y la fecha de su última menstruación. Utilizará esta información para predecir la fecha aproximada del parto (de todos modos, la ecografía que le harán cuando el embarazo esté más avanzado ayudará a corroborar esa fecha).
Si usted está sana y no hay ningún factor de riesgo que pueda complicar el embarazo, probablemente bastará con que se haga examenes prenatales:
·         cada cuatro semanas hasta la 28ª semana de embarazo
·         a partir de entonces, cada dos semanas hasta la 36ª semana de embarazo
·         y luego una vez por semana hasta el parto
A lo largo del embarazo, el profesional de la salud que supervise su embarazo la pesará y le tomará la tensión arterial al tiempo que evalúa el crecimiento y el desarrollo del bebé (palpándole el abdomen, midiéndole el vientre y escuchando el latido cardíaco del feto a partir del segundo trimestre de embarazo). A lo largo del embarazo, también le practicarán varias pruebas de diagnóstico prenatal, incluyendo análisis de sangre y de orina, exploraciones del cuello uterino y probablemente por lo menos una ecografía.
Si usted todavía no ha elegido un profesional de la salud para asesorarle y tratarle durante el embarazo, puede optar entre varias alternativas posibles:
·         Obstetras / ginecólogos (médicos especializados en el embarazo y el parto, aparte de en el apartado reproductor femenino y la salud de la mujer en general).
·         Médicos de familia (médicos que ofrecen una amplia gama de servicios a pacientes de todas las edades -a veces incluyendo la obstetricia).
·         Enfermeras-comadronas tituladas (enfermeras especializadas en las necesidades sanitarias de las mujeres embarazadas, incluyendo los cuidados prenatales y la atención durante el parto y el alumbramiento, así como los cuidados posparto en los embarazos sin complicaciones). También hay otros tipos de comadronas, pero usted siempre debería elegir una que pueda acreditar su formación y que esté especializada en este campo.
Cualquiera de estas opciones puede ser una buena elección si usted está sana y no hay ningún motivo para anticipar posibles complicaciones durante el embarazo. No obstante, las enfermeras-comadronas han de tener la posibilidad de acceder a un médico en el caso de que surjan problemas inesperados durante el parto o de que deba practicarse una cesárea.

EN EL PARTO  Y PUERPERIO INMEDIATO  Y FOMENTO  APOYO DEL ALTA HOSPITALARIA

promover y apoyar la lactancia materna 
 Si bien ese apoyo podía empezar con las visitas prenatales, durante el embarazo, esta situación no está nada extendida, pero lo que sí podemos afirmar es que, una vez ha nacido el bebé, sí empieza el contacto efectivo con el pediatra.
Por ello las recomendaciones de la AEP durante el parto y el postparto inmediato, aún en la sala de partos y en las primeras visitas en el hospital, adquieren más importancia.
Y si efectivamente fueran seguidos por parte de los pediatras, y exigidos por parte de las madres, el establecimiento de una lactancia exitosa tendría más posibilidades. Además, son prácticas recomendables para que el bebé nazca en un entorno acogedor.
Éstas son las recomendaciones para los pediatras durante el parto y postparto inmediato:
·         Todos los recién nacidos sanos necesitan ser colocados encima de la madre en contacto piel con piel, inmediatamente tras el parto, allí se les puede secar y realizar la ligadura del cordón umbilical y mientras se extrae la placenta valorar la necesidad o no de reanimación evitando técnicas innecesarias que interfieran en el establecimiento del vínculo.
·         La valoración del Apagar y las prácticas de identificación del recién nacido, se pueden realizar con el recién nacido encima de la madre. La profilaxis ocular y la vitamina K pueden esperar a que se haya producido la primera toma de pecho. Es aconsejable evitar aspirar la orofaringe, practicar lavado gástrico o introducir sondas para descartar malformaciones de coanas o esofágicas, de modo sistemático, a recién nacidos con Apgar adecuado para evitar lesiones de la mucosa que podrían interferir con el establecimiento de un patrón adecuado de succión.
·         En el momento actual, alrededor de la cuarta parte de los niños de nuestro país nacen por cesárea, la mayoría sin anestesia general y no suelen presentar problemas al nacer, obteniendo puntuaciones de Apagar superiores a 7. Es recomendable examinarlos, secarlos, ponerles la pinza de cordón cortando el exceso del mismo y llevarlos a ser reconocidos por la madre poniéndolos encima de su pecho, siempre que la situación clínica de madre y niño lo permitan.
·         Es aconsejable mantener al recién nacido en contacto piel a piel encima de su madre hasta que realice la primera toma de pecho durante el período de posparto inmediato, siempre que el estado del niño y de la madre lo permitan, y se animará al padre a permanecer junto a ellos. El neonato sano es capaz de agarrar el pezón y realizar la primera toma al pecho inmediatamente después del parto, siempre que se evite el exceso de medicación a la madre durante el parto y que se permita el contacto estrecho entre madre e hijo inmediatamente tras el mismo. Conviene recordar que la mejor fuente de calor para el recién nacido es el cuerpo de su madre por lo que el baño se debe retrasar hasta que el recién nacido haya realizado la primera toma al pecho y haya estabilizado su temperatura.
·         Se ha comprobado que si se coloca al recién nacido a término nada más nacer en contacto piel con piel con su madre, se estrechan los lazos afectivos entre madre e hijo, se preserva la energía y se acelera la adaptación metabólica del recién nacido. Si no es separado de su madre durante los primeros 60-70 minutos, el recién nacido repta hasta el pecho y hace una succión correcta, hecho que se ha relacionado con una mayor duración de la lactancia materna. No hay evidencia científica de que restringir la interacción madre-hijo posnatal precoz tenga efecto beneficioso alguno.




FOMENTO DE LA LACTANCIA MATERNA EN EL PUERPERIO INMEDIATO:
Para ayudar a las madres después del parto es importante tener en cuenta los siguientes aspectos, la mayor parte de los cuales son parte de los diez pasos para una lactancia exitosa:
1.      Facilitar el alojamiento conjunto madre e hijo durante las 24 hs. del día: este es un elemento básico para el establecimiento de una lactancia y del vínculo. La mamá y el bebé podrán reconocerse mutuamente; la madre podrá alimentar al niño cada vez que lo necesite, y se entrenará en el manejo cotidiano de su hijo. El niño puede ser examinado al lado de su madre. El equipo de salud debería trabajar en forma interdisciplinaria para brindar atención integral a la madre y al niño.
2.      Fomentar la alimentación a libre demanda: la libre demanda se establece sobre las necesidades de la madre y del niño, y está basada en la regulación fisiológica de la producción de leche, por lo que no se debe interferir poniendo horarios.
3.      Mostrar a las madres cómo amamantar y cómo mantener la lactancia materna aún si deben ser separadas de su bebés: es importante que durante las primeras 6 hs. posteriores al nacimiento un miembro del equipo de salud se acerque a cada madre para observar la técnica de la lactancia. Si es adecuada la felicitará y la estimulará. En el caso de ser incorrecta ofrecerá ayuda y contención. De este modo se previenen problemas como grietas, congestión mamaria o dolor.
4.      Dar a los recién nacidos sólo leche materna, sin ningún otro alimento o bebida, a no ser que esté medicamente indicado: dar fórmula láctea o suero glucosado o agua en la maternidad sin una causa médica justificada interfiere en la lactancia en forma realmente negativa.
5.      No ofrecer chupetes a los niños amamantados: los niños no necesitan de chupetes y si lo hacen pueden presentar posteriormente lo denominado ¨sindrome de confusión del pezón¨. Esto se produce porque la mecánica de succión del chupete es muy distinta a la succión de la mama. Además es un elemento de fácil contaminación.
6.      Fomentar el establecimiento de grupos de apoyo a la lactancia natural y procurar que  las madres se pongan en contacto con ellos a la salida de la maternidad: la madre se debe retirar de la maternidad con una indicación clara de dónde recurrir en caso de dificultad con su lactancia.



Como vemos, son puntos importantes QUE tienen que decir, en la sala de partos.
Y dado que el papel de la práctica EDSA puede ser importante también en el fomento de la lactancia, ojalá más profesionales se sumen a estas recomendaciones convirtiéndolas en hechos, en muchos más hospitales.

Las madres recientes sufren un profundo cambio íntimo. Tanto sus hormonas como sus sentimientos están en efervescencia. La oxitocina, la hormona del amor, corre por sus venas. Están felices pero a la vez abrumadas por el cansancio y las dudas. Sienten una melancolía que puede desembocar en una depresión.

Durante el puerperio, según explica Laura Gutman, las mujeres se encuentran con su propia sombra, con recuerdos y miedos no completamente asumidos. Todo eso remueve por dentro el corazón. Y además muchos veces nos empeñamos en hacerlo todo solas y el mantener la casa en orden se convierte en una pesadilla. Las mamás recientes a veces no tienen tiempo ni de ducharse, asi que ¿quien va a andar planchando? Tampoco es el momento de cumplir como anfitrionas. No hay que “cumplir”. Todo eso hace que el desembarco en la nueva maternidad sea abrumador, más de lo que por si mismo ya es.

Para disfrutar de un puerperio feliz es necesario retornar a las cosas sencillas y al encuentro con una misma. Cosas tan sencillas que no siempre nos damos cuenta de lo importantes que son. Cuidarse a una misma y dejar que te cuiden, porque tu tienes que cuidar a tu bebé. He aqui algunas cosas que es preciso tener presentes. Yo los llamo los diez pilares para un puerperio feliz:
Entrégate al vínculo. Disfruta del enamoramiento de tu bebe, de esa locura de amor. No temas la sensación de no ser tu misma. Al fin y al cabo, no solo ha nacido un bebé, también ha nacido una madre.
Confía en ti. Vas a amar mucho a tu hijo y vas a ser una buena madre. Confia en tu cuerpo, está preparado para dar alimento y cobijo al bebé. Puedes cuidarlo y hacerlo feliz, el te necesita y vas a hacerlo bien.
Recuerda que antes que nada estáis vosotros dos. Di no a las visitas que no desees, con dulzura pero con seguridad. Necesitáis intimidad y descanso. Si la casa esta desordenada no es ahora lo más importante del mundo.
Pide ayuda antes de estar superada. Expresa tus preocupaciones y tus necesidades. Si no puedes con la casa, no te martirices. Recuerda que antes las mujeres puérperas recibían cuidados de otras mujeres experimentadas y colaboración en las tareas. Lo más importante es que descanses y cuides del bebé. Si tienes otros hijos busca ayuda para poder hacerlo.
Descansa siempre que puedas. Acuéstate cuando el bebe duerma. duerme al lado del bebé, así ni se despertará tanto ni te desvelaras cuando pida el pecho.
Da el pecho. Recuerda que tu leche alimenta, que no hay leches aguadas. Destierra ese y otros mitos sobre la lactancia. Infórmate con expertos de verdad, que apoyen la lactancia materna y sepan sobre ella. Acude a un grupo de apoyo si tienes alguna duda o preocupación. La lactancia te va a ayudar tanto emocional como corporalmente a conseguir el equilibrio.
Busca el soporte emocional de otras madres experimentadas y sensibles. Investiga si hay un grupo de apoyo a la crianza en tu zona. Plantéate si una duelo puede hacerte falta y no descartes la idea por novedosa. Si te sientes sola o aislada, seguro que otras madres pueden ayudarte.
Conéctate a tu bebé, aprendiendo a entender sus mensajes. Los bebés si llevan “manual de instrucciones”, ellos mismos. Si aceptamos la idea de que el niño es capaz de identificar lo que necesita y pedirlo, es mucho más sencillo. Los demás mamíferos tienen solo su instinto y se comunican con sus crías. Confiando en el nuestro podemos hacerlo. Hay que dejar salir el instinto y racionalizar menos.
Olvídate del reloj. Tu ritmo es el del bebé. La lactancia no tiene horarios. No cuentes las tomas, deja que el bebé viva pegado a tu cuerpo. Esconde el reloj. No va ser para siempre. Pero sí en estos primeros días. Concédetelo. Vale la pena. Inviertes en felicidad, y eso vale más que nada, así que si puedes, contrata ayuda.
Haz lo que tu sientas, no lo que te digan. Es el momento de hacerte mas libre. La opinión de los demás no tiene que ser tu guía. Concédete hacer las cosas como te hagan más feliz, no como “hay que hacerlo”. Tira las ideas preconcebidas a la basura, y déjate fluir. Puedes coger al bebé en brazos todo lo que te apetezca, así que adelante, reinventa todo y cría a tu pequeño como te salga del corazón.


 Hay más cosas que una puérpera debe cuidar. Su cuerpo se encuentra en un momento de recuperación que será especialmente duro si ha habido cesarea. Las hormonas y los cambios físicos no pueden desdeñarse. El comienzo de la lactancia no siempre es sencillo. La higiene íntima y la alimentación son importantes puntos que atender. Todo eso lo iremos tratando para lograr que el nacimiento de esa nueva madre sea lo más dulce posible

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